El proyecto «Fontana della fortuna» aborda el tema de los refugiados y advierte sobre el peligro de acostumbrarse a un cierto estado de las cosas. Este proyecto quiere sacarnos del letargo, alentarnos a pensar en la presencia o no de filantropía, misericordia o egoísmo.
Se usan piscinas inflables como fuentes, la fuente como paradigma de progreso, símbolo de vida, de belleza, riqueza y poder. El lugar donde se lanzan los deseos, sinónimo de felicidad, de opulencia, de logros imposibles.
Se utilizan 6 piscinas-fuente de 3m de diámetro, cada una está iluminada individualmente y en la parte inferior de cada una se muestra una fotografía de grandes dimensiones que ocupa todo el fondo. Cada piscina-fuente contiene una escena de refugiados en un momento de su tragedia.
En el espacio urbano, en las plazas, se instalan cinco piscinas-fuente llenas de agua, y una más en la sala de exposiciones, donde no hay una fotografía en el fondo sino una videoproyección de una operación de rescate. En todas las piscinas-fuente se reproducen grabaciones de sonido originales de las operaciones de rescate de refugiados.
Creditos:
Autor/artista: Maya-Marja Jankovic
Asesoramiento: Mima Jankovic
Video y audio edición: Luís Aguilar
Rodaje y edicion: Juan Doñate Vicent
Diseño gráfico: Sandra Brunori
Dramaturgia visual: Maya-Marja Jankovic, Mima Jankovic
Composición de los espacios: Maya-Marja Jankovic
Consultas: Antoni Castelló
Soporte montaje: Hendi Basel, David Lozano
Vídeos: PROEMAID y Doctors Without Borders / MSF-USA/
Fotografías: Alejandro Martínez Vélez
Comunicadores con el público: David Cebrian, Ferran Garrigues, Marc Farran
ACNUR _las monedas lanzadas en estas fuentes se destinarán a través de ACNUR a los más necesitados.
La pérdida de la fortuna
“Peur toujour, peur partout”
(Miedo siempre, miedo en todas partes)
Lucien Febvre
Algo incierto se esconde en esa sensación de temor. La catástrofe se cierne sobre la humanidad en forma de infortunios naturales, guerras, éxodo y terror. Pero el peor de los cataclismos viene dirigido por la propia humanidad. Entonces, pareciera abrirse ante nuestros ojos las puertas que nos ofrecen conocimiento sobre nuestro miedo cada vez que levantamos los límites que nos protegen. Y, no obstante, todavía nos preguntamos cuál es el miedo que nos atenaza. La “descivilización” o la lucha hobbiana de “todos contra todos” impregna la fina capa de humanidad que preservaba el mundo. Se trata de una violencia expandida más allá de la guerra y que tiene como víctima aquel que es exiliado. Cientos de personas buscan asilo, refugio en las costas de Europa. Su intento por salvaguardar su vida y la de los suyos se ve empañada por la tragedia que se asoma con la muerte en el mar en ese tránsito hacia la conservación. Pero, además, para aquellos que llegan a superar el envite del mar, otra prueba en los campamentos les espera: la vida amenazada por la intemperie y el abandono de los gobiernos. Izar banderas como murallas o fronteras solo nos hace discernir que el otro es a quién tememos.La fontana della fortuna de Marja Maya Jankovic pone en jaque una serie de cuestiones éticas y sociales ineludibles. La bella tradición romana de finalizar los acueductos en el reposo de una fuente tiene su mayor esplendor en el Renacimiento y en el Barroco donde estas adquieren su valor como anunciadoras del agua. La riqueza del agua embalsada alentó durante décadas la fantasía de los mecenas y de los artistas creando maravillas escultóricas. Así, la fontana se convirtió en símbolo de belleza y poder augurando una fértil vida. Una vida llena de gracia y riqueza.
Leyendas modernas hacen de las fuentes un lugar de fortuna diferente. La costumbre de arrojar monedas a las fuentes con el deseo de mejorar los bienes, cumplir los sueños y alargar la vida se hace notable. Es de señalar el incremento del recuento de monedas por parte de las administraciones públicas a través de este aventurarse en la fortuna. Sin embargo, el destino de miles de personas discurre de forma opuesta.
El agua, fuerza de la naturaleza, da vida y la arrebata. Las fontanas de Marja Maya Jankovic se extienden por la ciudad bajo estos parámetros. La insensibilidad al sufrimiento humano se manifiesta con cierta frecuencia en la ausencia de reacción que acusa la artista con este juego de monedas que parecen poner la vida en manos del azar. Y el dolor queda anestesiado en el sueño de la fortuna. En estas fuentes artificiales también se piden deseos tirando monedas al agua, pero una imagen emerge de ella: son los migrantes que han tenido que abandonar su hogar por la violencia de la guerra. Jankovic trata de despertar esa conciencia narcotizada recordando los rostros de aquellos que necesitan ayuda. Y pone en manos de ACNUR la gestión de la recogida de monedas que bajo la tradición de la fontana della fortuna se lanzarán a las piscinas provisionales de la artista.
Nadie sabe quién son estas personas. Nadie conoce su historia. Pero ellos se licuan hacia un olvido desesperanzador. Hay que lanzar de nuevo la moneda buscando la fortuna.
Johanna Caplliure