Este proyecto se llevó a cabo al comienzo de la crisis en Grecia dentro de la Unión Europea. Se pretende asociar a los dioses griegos con un sistema sociopolítico que se repitió con el tiempo hasta el colapso. En la actualidad nos enfrentamos al evidente fracaso de ser más libres, más significativos, más ciudadanos.
Espacio de proyecciones, esta formado de tres superficies negras de 6x5m cada una, y una caja de embalaje de cartón, especialmente construida (3x2x2.20m) que podría usarse para transportar obras de arte, para "exportar" esculturas griegas. En la caja se encuentra un performer que es grabado por la cámara y la imagen es transmitida en tiempo real al espacio de proyecciones, donde también se proyectan 12 esculturas de dioses griegos del Olimpo y 12 estrellas puestas en círculo como en la bandera de la Unión Europea. El performer se identifica con las esculturas divinas proyectadas.
Todas las reacciones sonoras de los espectadores interactúan con el sistema de reproducción y resultan en un efecto que desestabiliza las imágenes proyectadas (las esculturas de dioses, las estrellas, los símbolos de la Unión Europea y los participantes) como si se tratase de un error del sistema.
Las imágenes de las esculturas de dioses griegos hiperdimensionadas, ocupan la superficie de proyección completa y nos dan una falsa sensación de importancia, se transforman en ciertos momentos en un mosaico de pequeñas imágenes multiplicadas, que nos devuelven al verdadero lugar diminuto que realmente ocupamos en la sociedad y el mundo.
Autor: Maya-Marja Jankovic
Performer: Bane Jankovic
Colaboradores:
José Bahamonde
Juan Vicent
Juanma Gil
Mima Jankovic
InsolitCreativeConnector
Teatro_PHO
“Occidente está en deuda con Grecia. El mundo tecnológico en el que vivimos se lo debe todo.” Jean-Luc Godard
[…] “Ten a Ítaca fija en la mente. / Llegar allí es tu vocación. No debes, sin embargo, forzar la travesía. / Mejor que se prolongue muchos años; que arribes a tu isla siendo viejo, rico con lo ganado en el camino, sin esperar a enriquecerte en Ítaca. / Ítaca te dio ya la travesía. / Sin ella, no hubieras emprendido la jornada; y no puede darte más. / Y si la encuentras pobre, no hay engaño. Te hiciste sabio y experimentado: ya entiendes el sentido de las Ítacas.” Constantino Cavafis.Traducción de Juan Ferrate.
En el filme La mirada de Ulises (To vlemma tou Odyssea, 1995) del director griego Theo Angelopoulus, el protagonista principal realiza un viaje desde Grecia (adonde ha vuelto tras varias décadas de exilio) hasta los Balcanes en busca de lo que él denomina “la primera imagen”. Ésta es en realidad una película realizada por los hermanos Manakis en los orígenes del cine, que muestra a unas hilanderas en el proceso de hilar la lana, es decir, de “convertir en hilo las fibras textiles”, lo que es sinónimo de preparación de un principio. A lo largo del metraje vamos recorriendo junto con el protagonista, cuyo nombre es A. en clara referencia de nuevo al origen, una serie de países y paisajes que conforman la debacle del territorio europeo de ese momento, la pérdida de una identidad cultural y el certificado de defunción de las ideologías. Esa identidad cultural perdida tiene su origen en Grecia, donde todo lo que conforma nuestra sociedad actual nació o se generó, por más que ahora nos la ofrezcan como el espejo donde ya no podemos mirarnos sin ver el fracaso de nuestros intentos repetidos de ser más libres, más cultos y, así pues, más ciudadanos. El también director de cine Jean-Luc Godard durante el período de promoción de Film Socialisme (2011), su última película realizada hasta la fecha, sostenía que Aristóteles fue quien inventó el concepto “por lo tanto” y que deberíamos pagar a Grecia 10 € cada vez que empleáramos esta palabra. De esta forma, la crisis griega desaparecería en un solo día y no tendrían que vender el Partenón a los alemanes. La deuda griega, por lo tanto, parece una venganza contra el saber y el conocimiento primigenios, como una vuelta de tuerca del proceso de gentrificación, donde también la tecnología (además de la actitud de las clases más poderosas) margina y aparta a las personas.Para acometer el análisis de la obra multimedia ¿Qué pasó con los dioses griegos?, de Maya-Marja Jankovic (nacida en Nis, Serbia y afincada en Castelló), es necesario repensar la función de los doce dioses del Olimpo. Estos se mostraban con poderes limitados y representantes de ámbitos de la vida y la personalidad humanas; poseían muchas cualidades imperfectas, lo que les hacía más cercanos a los hombres y, por lo tanto, su capacidad para influir en la toma de decisiones de los ciudadanos griegos era muy alta.Una posible valoración de esta obra tiene que ver con la construcción de la identidad y el modo en que nos situamos, como seres individuales, dentro de la sociedad. La utilización reiterada del número doce adquiere un poder simbólico, teniendo en cuenta su poder mágico arrastrado a lo largo de la historia de la civilización humana.
Àlvaro de los Àngeles